martes, 22 de mayo de 2012

Aprendiendo a vivir... aprendiendo a amarte

Puede que muchas veces miramos al pasado y recordamos cosas desagradables. Errores y experiencias que nos marcan de por vida, incandescentes en el alma para siempre.

No hay cura para los males, no hay luz entre los tenebrosos miedos, no hay nada más que ansiedad, impotencia o desesperación. ¿Y qué más da? No hay razonamiento útil más que el propio aprendizaje obtenido por las malas experiencias. Pero todo lo que se aprende no es lo verdadero. Aprendemos, sin darnos cuenta, mentiras que chocan contra nuestra realidad preconcebida. Y cuando llegamos a ese punto límite en el que la única respuesta que nos damos a nosotros mismos es la del “Quiero, pero no puedo”, nos sentimos algo mejor. Una tirita para una herida que nunca dejara de sangrar si no se cura desde dentro.

Todos tememos enfrentarnos a grandes retos, poderosos enemigos o incluso a nuestro mayores miedos. Objetivos que son fáciles de tumbar si damos con la tecla adecuada. Pero en cambio, irónicamente no tememos a enfrentarnos a peor enemigo de todos; nosotros mismos. Mi yo contra mi yo, mi mente contra mi corazón... Una encarnizada lucha eterna que es totalmente inútil... si una parte de ti mismo mata a la otra, mueres... ¿No es tan bonito visto así verdad?

Imagina tu futuro, déjate llevar... ¿Que ves? ¿Qué tienes ahora? ¿Que necesitas? No te hagas más preguntas, no hace falta... lo demás sobra. Tu estas ahora en un punto y quieres llegar a otro, utilizando un medio. Nada más...

Tenemos demasiada prisa por avanzar, por pensar que pasara más allá del siguiente paso que vamos a dar; y muchas veces vamos demasiado adelante sin dar un paso. Preocuparse por el pasado es tan absurdo como preocuparse por el futuro... Está bien que tengas un plan, un rinconcito con él por si acaso, una carta debajo de la manga... pero pensar repetidamente por qué pasó y el pensar repetidamente el que del futuro te hace perder lo más importante de la vida... el presente.

Mostrándome abiertamente yo también me siento débil, sé que tengo mis cosas, mi carácter, mis defectos. Supongo que me cuesta ver mis virtudes, como a ti. Pero sé que las tengo, y no son pocas. De lo único que me enorgullezco de mí mismo es de ser quien soy... no hay otra. Me gusto a mí mismo, me quiero a mi mismo. Quizás no todo lo que debería, pero me quiero un montón. Qué coño, molo mil. Y quien no le guste, que no mire. Es imposible caer bien a todos, es imposible ser perfecto, es asqueroso ser perfecto... porque si fuéramos perfectos seriamos todos idénticos.

Yo quiero a una persona porque es así, y punto. No me enamore de un cuerpo, ni de una inteligencia, ni de un corazón, ni de una cartera, ni de un gesto... me enamore de un conjunto, de alguien tal como es, tal como era y tal como será.

Supongo que llegados a este punto, y con la certeza de que sé que está leyendo esto... Te amo tal como eres, nena. Con tus defectos, con tus enfados, con tus miedos, con tus manías... Solo lamento una cosa, y es no haberte conocido antes. Pero por otro lado, creo que te conocí en el momento ideal... cuando tu camino se cruzó con el mío. Ni un segundo antes, ni un segundo después.

Yo no lamento haber vivido lo que he vivido, porque me hace ser como soy. Y ser como soy me dio la oportunidad de estar contigo. El fin justifica los medios. Medios que me han hecho valorar cosas que antes no valoraba.

El amor perfecto no existe, es una fábula aburrida que acabaría cansando. La gracia de enamorarse de alguien, como lo estoy yo ahora, es la efervescencia con sus subidas y bajadas mágicas. Errores que nos abren la puerta al aprendizaje de como amar mejor. Pido perdón por todos mis fallos que he cometido hasta día de hoy y por todos los fallos que pueda cometer el próspero mañana... de la misma manera de disculpo los tuyo de ante mano. E imploro clemencia ante esos besos que has querido y nunca te di, esos abrazos que necesitabas cuando tu cuerpo esta frio, esas palabras de ternura que embaucan tus oídos y esos detalles que ansiabas. Por otro lado doy las gracias por esos despertares sorpresa, por esas canciones que tiñen mi mente de amarillo y rojo, por esas lagrimas que me has dejado secar, por esos suspiros que hipnotizan mi alma y esas carcajadas que me transportan al limbo. Minutos, segundos, en los que nos hemos necesitado el uno al otro y no hemos estado a cambio de horas de felicidad es un precio ridículo a pagar.

El gran problema que tenemos es regular nuestro limite, entre el bien y el mal, entre mucho y poco, entre lleno o vació... nos cuesta mucho moderar nuestra palabras o actos para no caer en la pesadez, en el mal gusto o en el desprecio. Y como no, nos equivocamos de nuevo. Ironías que pasan factura, heridas que tratadas a tiempo tienen cura con el amor, la sinceridad y la serenidad.

Mi mensaje es claro. Te amo, eso que quede claro a todo el mundo. Lo eres todo en mis mejores y en mis peores momentos. Cuando estas y cuando no, siempre te siento latir junto a mi alma. Fiel compañera de sueños y retos, amante y paño de lágrimas, mi aprendiz y maestra, el mayor de mis places cuando estás conmigo y el mayor de mis temores cuando no, fuente de esperanza y serenidad que hace que pierda la razón. A quien más de duele dañar y más salud me da al curar. Baúl de mis secretos, arquitecta de mis sueños, dueña de mi corazón, ladrona de mi alma, omnipresente en mi mente, pantera en la cama, compañera de aventuras, mi salvavidas más segura y como no la persona que buscaba en esta vida.

Que mis labios se gasten con tu piel, que mi voz se apague con tu nombre, que mi lengua se seque en tu cuerpo, que mis dedos dibujen eternamente tu cuerpo, que mi olfato se empape de tu olor, que mis ojos se apaguen con tu rostro, que mi cuerpo este apeado a tu vera, que las cadenas del destino nunca se rompan, que el tiempo se pare a nuestro paso, que el mundo se detenga por cada muestra de amor que nos demos, que los dioses nos tengan envidia, que los demás nos idolatren, que nuestro hijos nos tomen de ejemplo, que nuestro padres se sienta orgullosos, que los que nos quieran este cerca y los que nos odian desaparezcan, que la compresión sea nuestra armonía, que la razón sea nuestra canción, que la mentira se extinga, que la paz sea nuestro hogar, que los deseos se cumplan, que la felicidad nos abunde, que los años nos traten bien, que los recuerdos buenos ganen a los malos, que encontremos las respuestas, que nuestro mejor lugar sea allá donde estemos los dos... que... que... que te amo!.  


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