domingo, 2 de mayo de 2010

Descarga de conciencia. Capitulo II: Un ultimo viaje, la razón de mi llanto

La noche fue fría y tenue. Mi sueño pasivo… Un llanto de desespero al entremedio de la madrugada proclamaba con desespero algo que nadie quería saber. Mi Padre tendido en el suelo, sin respiración por un pequeño mareo. Reanimación, seriedad y alegría.
- ¿Vamos al medico?
- No, bien, quiero estar aquí…
Mi Madre y yo nos turnábamos con preocupación el recorrido del pasillo hasta que una dulce voz susurro rompiendo el silencio un “Cariño, no me dejes solo… tengo miedo”.
Todos partimos hacia nuestros dormitorios y la mañana transcurrió entre una leve diarrea y un poco de ardor de estomago… Hasta que tuve la genial idea (Quizás lenta) de darle a tomar Primperan. Y descanso… durmió feliz y pacíficamente hasta la hora de comer.

Recuerdo como estaba jugando al Zelda mientras nos relajábamos del susto y en el comedor se escucho un leve bostezo y un muy afable Luís volvía a sonreír, preguntando su amor “Cariño, ¿Qué hay de comer? Tengo un hambre”. Eso nos reconforto a todos, y mientras ella preparaba su comida el simplemente se teletransporto al baño. Nadie vio como se levantaba o como abría la puerta, pero todos vimos como llegaba al comedor.

Palidez, agotamiento. Miedo, el nuestro. El teléfono descolgado conectado al 061 y el fallecía por momentos. Un masaje, un masaje cardiorrespiratorio. Y sus ojos dejaron de ser blancos y vueltos; volvió ha hablar… Y dijo sus ultimas palabras: “Gracias, estoy bien…” y sonrió de nuevo.

El Samur llego y nos sacaron tarjeta roja, el ya estaba estable y sedado. El único problema que había era como sacarlo de allí, y una segunda compañía vino. “Hay que llamar a los bomberos” “Pediremos mas oxigeno para ir sobre seguro” Y las carcajadas y los recuerdos de el ultimo fin de semana brotaban de los labios de un pelotón de 3 Médicos, 3 Enfermeros y 3 Chóferes/Auxiliares; todos ellos relajados.

Y apareció el silencio, la policía y la búsqueda de la ignorancia. Cuando lo volvimos a ver sus labios ya eran afrutados. Y la amnesia comienza aquí…

Flashbacks: El avisar a todo el mundo, los abrazos, la familia, mi gente, los compañeros… la Ansiedad, la pena infinita, el no querer admitirlo… Sus deseos, su traje para la boda, su canción… en este video.

Cuanta razón tenia, y cuanto te quiero. Cuanto te he eché de menos y ahora sin ti con quien me voy a picar, que cara pondrías al presentarte a la mujer de mi vida, que are sin ti el resto de mi vida… Pero como tampoco me declaro egoísta y lo que es peor, que ara mi Madre sin ti, su vida.

Un cigarrito mas y luego lo dejo, pienso… Un Replay más y recuerdo tanto y tan bueno. Y es que ahora se el porque de la depresión, tu lo sabias y yo también aunque no sabia cuando, donde y porque. Y puede que nos tachen de idiotas por no avisar antes a una ambulancia o llevarte al hospital pero aquel infarto fue tan repentino e imprevisible que ni 9 médicos contigo pudieron hacer nada. Y es que tú querías morir en casa, con los tuyos hasta el final y sin sufrir. Para que pruebas de tortura y mi análisis sin cuando legaron ellos tu corazón estaba bien, como pocos. Aquí o allí tu partida era inevitable…

Ya habías hecho las maletas unas semanas antes.

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