domingo, 2 de mayo de 2010

Un anzuelo sin esperanza

Me mentiría si dijese que no te he mirado. Admito que eres muy guapa y se te ve simpática. Quizás fuera de mis límites. Son tan pocas las desafortunadas que están a mi altura, son pocas las que son tan desagradables…

Pero no soy quien da pena, solo asco.
No soy el que va de desquiciado, lo estoy.
No soy el más atractivo, excepto cuando me marcho.
No soy el que se rinde fácilmente, excepto tratando de mujeres.
¿Altruista o desafortunado?
Si al menos mantuviera mi inocencia seria feliz.

Allá voy, sin chuletas ni programa. Sin táctica de asalto, ni arsenal mayor que mis pobres palabras.

- Hola, si no fueras como eres te besaría la mano. Pero me siento un ruin alagado de tu real presencia.

- ¿Perdón?

- Entiendo, no quería asustarte. Aunque parezca mentira se hablar, existen los milagros. Solo quería saludarte, mi benévola quimera.

- Upps… que sorpresa. Asi que quimera.

- “Metafóricamente claro. Lo digo porque reúnes las cualidades más destructivas, al menos para mi razón:

Sonrisa de acero, pues nunca la pierdes.
Curvas cerradas, de las que te hacen perder la razón.
Mirada de luna; todo lo ves, todos te miran.
Dulzura alimonada, tan acida como afable… adictiva y sorpresiva.
Rosa negra; Delicada, preciosa, siniestra… pero te sabes defender.

No podría acabar nunca la lista, pero ahora que la he empezado no puedo dejar pensar en otra cosa que no seas tu. Y no me llames obsesivo, simplemente me dejo llevar por mis sentidos y mi espontaneidad.”

- Me quedo impresionada, nunca me habían dicho nada parecido no escrito o ensayado. No eres normal y no actúas como las normas están escritas.

- Gracias, es un honor haber cruzado miradas y palabras esta noche contigo. Adios.

Rechazado por mi mismo. O atacando a quien no debía cuando no era preciso. Pero inconsciente de las miradas de alguna admiradora, inconsciente de lo que hago, bebo, fumo y vivo. Auto destinado a estar solo por mi sed de venganza, por castigarme por no conseguir lo que puedo conseguir.

Bucle sin salida.

Y lo peor esque al girarme en mi partida no soy capaz de ver la cara de aquella chica, con una pose tan parecida como la de la foto. Al reves, me castigo con una irreal mirada de odio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario